jueves, 30 de agosto de 2012

Teide

     El Teide (tambien llamado en guanche y originariamente, Echeyde o Echeide) es un volcán situado en la isla de Tenerife (Islas Canarias, España). Con una altura de 3.718 metros sobre el nivel del mar y 7.500 metros sobre el lecho oceánico, es el pico más alto de España, el de cualquier tierra emergida del Océano Atlántico y el tercer mayor volcán de la tierra desde su base en el lecho oceánico, después del Mauna Kea y el Mauna Loa, ambos en la isla de Hawaii. La altura del Teide convierte además a la isla de Tenerife en la décima isla más alta de todo el mundo.

     El Teide forma parte del Parque Nacional del Teide, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el 28 de junio de 2007. Es además un espacio natural protegido en la categoría de Monumento Natural que encierra el complejo volcánico Teide-Pico Viejo, un gran estratovolcán de tipo vesubiano que aún se mantiene activo a tenor de las erupciones históricas ocurridas no hace demasiado tiempo (la última, la de Narices del Teide, en 1798) y las fumarolas que emite regularmente desde su cráter.

     En la actualidad el Teide es considerado el monumento natural más emblemático del Archipiélago Canario. También es un gran atractivo turístico que cada año atrae a millones de personas de diferentes lugares del mundo, de hecho el Parque Nacional del Teide es el Parque Nacional más visitado de España con 3.142.148 visitantes en 2007. Además es el parque nacional más visitado de Europa y el segundo parque nacional más visitado del mundo. El Teide y todo su parque nacional es uno de los parajes naturales más importantes del mundo por su impactante composición geológica y paisajística y por la gran cantidad de especies endémicas de flora y fauna que posee.


Anaga

     El Parque Rural de Anaga ocupa gran parte del macizo montañoso situado en el extremo nordeste de la Isla de Tenerife. Con una extensión de 14.419 hectáreas abarca una parte importante de la Isla de Tenerife y se ubica en parte de los municipios de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife y Tegueste. Se trata de un espacio abrupto con excepcionales valores naturales y culturales, que cuenta con paisajes de gran armonía y belleza, fruto de la coexistencia del ser humano y la naturaleza en un territorio agreste. Hoy constituye una de las principales áreas de esparcimiento del área capitalina de Tenerife y es también un gran atractivo turístico, lo que ha de servir para ayudar a preservar su población y su cultura local y mejorar sus condiciones de vida.

     Anaga tiene una interesante red de carreteras y de senderos que nos pueden acercar, en coche o caminando, a lugares con excelentes panorámicas, rincones naturales de belleza espectacular o conocer sus numerosos y pintorescos caseríos y participar de las formas de vida de sus gentes. 
    Anaga ofrece un paisaje espectacular y una gran diversidad natural, resultado de la propia orografía, y por la existencia de diferentes ambientes, que van desde el más húmedo y lluvioso en las partes altas hasta aquellos de elevada insolación y escasa pluviometría. Esta diversidad de ambientes favorece el asentamiento de una rica y diversa naturaleza, un abanico de comunidades que alberga numerosas especies animales y vegetales, con más de 120 endemismos locales, algunos de ellos muy escasos y amenazados. 
     El viento alisio cubre casi cada día del año las cumbres del monte llenando de humedad y bucólicas imágenes el paisaje. La humedad de los alisios permite la existencia de los bosques de Anaga, de sus brezales, helechos y laurisilva. Caminando por sus senderos sentiremos la humedad del salado viento en nuestras caras y vadearemos charcas como si de un monte jurásico se tratara. Bien es cierto, que como en toda Canarias, la fauna es escasa y rala, pero ello no quita ni un ápice de emoción al paseo. Entre los hábitats naturales de Anaga se encuentran algunas de las mejores manifestaciones de los ecosistemas canarios. Destacan por su buen estado de conservación los bosques de laurisilva de sus cumbres, los sabinares como el de Afur o los cardonales tabaibales del extremo oriental del macizo.

Teno

     Teno está constituido principalmente por el macizo que lleva este mismo nombre. Geológicamente es una de las zonas más antiguas de la Isla, con una edad aproximada de unos 7 millones de años, hecho que queda patente al observar su abrupta y erosionada morfología. Estos alicientes naturales y su interesante patrimonio de flora y fauna, con endemismos muy singulares, constituye este excepcional enclave. La existencia de una gran variedad de ambientes facilita la aparición de estas especies vegetales, entre las que destacan 15 especies exclusivas del Macizo de Teno. Por sus valles y laderas se dispersan pequeños caseríos, buenas ejemplos de su arquitectura tradicional, en donde se conserva con mucho esmero un importante legado cultural, etnográfico y folclórico.

     En Teno Alto el tiempo parece detenerse. Tras ascender desde El Palmar y una vez alcanzada esta meseta, podremos reencontrarnos con nuestras tradiciones. El paisaje está salpicado de eras, tagoras, aljibes, casas-cueva, viviendas tradicionales, hornos de tejas y granjas de cabras. Las rutas etnográficas, en las que se muestran las costumbres locales, son su mayor atractivo. Se ofertan actividades en las que participan sus habitantes realizando demostraciones de salto de pastor, de fabricación tradicional de tejas o elaboración de quesos. En Teno Bajo, o isla baja de Teno, se localiza la ermita del Draguillo, que fundó en 1677 el capitán Gaspar de Roxas y Alzola, y que está dedicada a San Fernando.
     En los últimos 30 años en Tenerife, se ha producido un importante desarrollo de las vías de comunicación, además de un aumento considerable de la población y de un feroz crecimiento de la actividad turística.Teno no ha vivido ajeno a todo este proceso y este lugar, antaño alejado, desconocido e inhóspito, ha empezado a ser cada vez más conocido y visitado, convirtiéndose en un referente insular para la práctica de actividades de ocio en la naturaleza.

     Multitud de posibilidades para los amantes de la naturaleza, senderismo, escalada, descenso de barrancos, kayak por el mar, buceo, etc. son algunas de las posibilidades que nos brinda esta territorio. Entre sus enclaves más singulares podríamos destacar el Barranco de Masca, el Monte del Agua, Teno Alto, Punta de Teno, las Cumbres de Bolico y las Mesetas de Abache, La Fortaleza o Guergues. Una amplia variedad de ecosistemas que nos permiten disfrutar de paisajes totalmente distintos en un territorio relativamente pequeño. El resto del territorio nos brida multitud de espacios y de posibilidades para disfrutar de la naturaleza de este Espacio Natural protegido. La punta de Teno y Los Carrizales son buenos ejemplos de ello. Todas estas actividades en la naturaleza se pueden realizar de forma individual o con empresas especializadas del sector.

Masca

     Masca es una de las partes más pintorescas de la isla y está situada en el noroeste, al pie de los Montes de Teno. Posiblemente sea algo complicado llegar a esta hermosa villa, pero el viaje merece mucho la pena, ya que le llevará a través de unos profundos barrancos repletos de una frondosa flora y serpenteantes carreteras de cerradas curvas. El paisaje del trayecto es sobrecogedor y, una vez llegue a Masca, la belleza natural de este asombroso pueblo le dejará sin aliento.

     Hasta hace bien poco era virtualmente desconocido pero hoy en día se ha convertido en un centro de atracción para los turistas que visitan la isla. El ambiente del pueblo es mágico y sus casas cuelgan casi de un hilo en las estrechas crestas de sus espectaculares formaciones rocosas. Es, sin duda, un sueño para cualquier fotógrafo.

     Famosa por haber sido una guarida de piratas, la pequeña Bahía de Masca se encuentra a unas tres horas a pie partiendo del pueblo, atravesando un increíble paisaje. Ha de recordar que, una vez baje hasta Masca, tendrá que volver caminando (lo que requiere más tiempo y una muy buena forma física) o tomar un barco en la costa hasta Los Gigantes.

Drago Milenario

    El conocido Drago Milenario se encuentra en el municipio de Icod de losVinos, es un enorme ejemplar de drago (Dracaena draco) declarado Monumento Nacional en 1917. En la actualidad es el más grande y longevo que se conoce en el mundo en su especie. Mide unos 18 metros de altura y tienen un perímetro en la base de tronco de veinte metros y más de trescientas ramas principales. Sus flores son preciosas y se estima que en años de buena floración puede llegar a producir hasta mil quinientos ramos de flores.

     El tronco tiene una enorme cavidad que se eleva hasta los 6 m. de altura, a la que se accede por una puerta. En 1985 se procedió a un profundo saneamiento y se instaló en el interior del tronco un ventilador para facilitar la circulación del aire y evitar la proliferación de hongos. En 1993,el Ayuntamiento de Icod de los Vinos, desvió la carretera que pasaba a pocos metros del drago, y por fortuna, en la actualidad, este símbolo vegetal de las Canarias no corre peligro. La edad del drago ha sido muy discutida a lo largo del tiempo, barajándose antiguamente en más de 3.000 años, si bien ningún estudio ha podido confirmar dicha longevidad, siendo la opción más fiable la que da al Drago de Icod una edad estimada entre los 800 y 1.000 años. En el entorno del drago existe un parque llamado "Parque del Drago", que exhibe distintas especies vegetales endémicas de Tenerife.


     Existe una leyenda que cuenta que una tarde en la remota antigüedad, cierto navegante mercader llegaba de las costas mediterráneas en busca de sangre de drago..... producto muy en boga y de gran importancia en la elaboración de ciertas preparaciones de la farmacopea, y desembarcó por la playa de San Marcos, de Icod de los Vinos, para llevar a efecto su lucrativo propósito. Estando ya en la playa, sorprendió allí a unas infantas o damas de esta tierra, que conforme al rito tradicional se bañaban solas en el mar aquella tarde veraniega.El intruso navegante las persiguió, logrando apoderarse de una de ellas. Esta trató astutamente de conquistar el corazón del extraño viajero para mejor buscarlo y lograr huir, y mostrándole signos de consideración y amistad le ofreció algunos hermosos frutos de la tierra. Para aquel navegante que venía detrás de la sangre del drago, y traía metido en la imaginación y en el alma el mito helénico de las Hespérides, los frutos que aquella dama de esta tierra le ofreciera, pudieron muy bien parecerle las manzanas del mítico jardín. Mientras él comía gustosamente desprevenido, la bella aborigen saltó ágil al otro lado del barranco, y a todo correr huía hacia el bosquecillo cercano escondiéndose tras la arboleda. El viajero, sorprendido en principio, trató de perseguirla de cerca, pero vio con sorpresa que algo se interponía en su camino, que un árbol extraño movía sus hojas como dagas infinitas, y que el tronco parecido al cuerpo de una serpiente se agitaba con el viento marino y entre sus tentáculos se ocultaba la bella doncella guanche. El navegante lanzó el dardo que llevaba en sus manos, contra lo que a él se le figuró un monstruo, con gran miedo y asombro, y al quedarse clavado en el tronco, del extremo de la jabalina empezó a gotear sangre líquida del drago. Confuso y atemorizado, el hombre huyó laderas abajo, se metió en su pequeña barca y se alejó de la costa, porque iba pensando en su corazón, que había sorprendido en el jardín a una de las Hespérides, a la que salió a defender el mítico Dragón

Cueva del Viento

      En Icod de los Vinos  (Tenerife, islas Canarias), se encuentra el complejo subterráneo Cueva del Viento-Sobrado. Es el mayor tubo volcánico de la Unión Europea. Fue originado por coladas de Pico Viejo, situado junto al Teide.

    Visitar la Cueva del Viento permite comprender el papel de las coladas en el volcanismo, y contemplar las caprichosas formas de la lava en el interior de la tierra. Es un ejemplo de complejidad geológica.


     En sus más de 17 kilómetros de extensión, se encuentran tres niveles de pasadizos diferentes y bellísimos fenómenos geo-morfológicos, como simas, terrazas y otras formaciones lávicas.

     La Cueva del Viento es una cavidad volcánica enclavada en el barrio de Icod de los Vinos que lleva el mismo nombre. Se formó hace 27.000 años en lavas basálticas procedentes de la primera fase eruptiva del volcán Pico Viejo, situado en las faldas del Teide .

     Este tubo, cuyo nombre se debe a las importantes corrientes de aire que se producen en su interior, es el cuarto más largo del mundo (18 kilómetros). Constituye una enorme red laberíntica de pasajes subterráneos, siendo innumerables las ramificaciones aún sin explorar, que permitirán ampliar su longitud en el futuro. La Cueva del Viento también destaca por sus características geomorfológicas únicas, ya que su red de galerías se dispone en tres niveles superpuestos, fenómeno que no está descrito en ningún otro lugar del mundo. Además presenta una amplia variedad de estructuras de origen primario tales como estalactitas de lava, cascadas lávicas, terrazas laterales y lagos de lava, entre otras, así como concreciones exógenas de diferente composición (carbonato cálcico, cristobalita y otros compuestos de sílice).

     La mayor relevancia biológica de esta intricada cavidad volcánica es su fauna subterránea, que constituye una fuente constante de nuevos hallazgos. La cueva alberga un total de 190 especies conocidas, la mayoría invertebrados. De éstas, 48 son troglobias, esto es, animales que sólo pueden vivir en el medio subterráneo. Entre estas especies condenadas a vivir en la oscuridad, 15 han resultado ser nuevas para la ciencia, como la cucaracha sin ojos Loboptera subterránea o los carábidos Wolltinerfia martini y Woltinerfia tenerifae. En su interior también se encuentran gran cantidad de restos fósiles de animales vertebrados ya extinguidos, como la rata y el lagarto gigantes, y otros restos óseos de especies desaparecidos en Tenerife, como la graja y la hubara.