Visitar La Cueva de los Verdes es un verdadero viaje iniciático a las
entrañas de la tierra, una experiencia que pretende ser espectacular y
única. El túnel formado por el Volcán de la Corona es uno de los más
extensos e interesantes del planeta. A lo largo de su recorrido, existen
al menos dieciséis Jameos (abertura o boca del terreno que permite el
acceso a las diferentes grutas). Los más de seis kilómetros conocidos se
prologan desde el cráter del volcán hasta que se adentra en el mar en
un tramo submarino de un kilómetro y medio denominado "Túnel de la
Atlántida".
La Cueva de los
Verdes está situada en el norte de la Isla de Lanzarote, en el municipio
de Haría, e integrada en el vasto paisaje volcánico del Monumento
Natural del Malpaís de La Corona. Su formación es el resultado de la
actividad eruptiva del Volcán de la Corona que dio lugar a un extenso
túnel volcánico subterráneo de más de seis kilómetros de longitud que
discurre desde el cono volcánico hasta el mar. Un túnel volcánico se
produce por el enfriamiento y solidificación de la parte superficial de
una colada lávica en contacto con el aire mientras el magma fundido del
interior continúa fluyendo. El desprendimiento parcial del techo de una
sección de este túnel forma la estructura denominada "Jameo", que no es
más que la abertura o boca del terreno que permite el acceso a las
diferentes grutas.
El tramo acondicionado para visitas de la Cueva de los Verdes está formado por un kilómetro de galerías superpuestas
con interconexiones verticales entre ellas. En algunos puntos llega a
tener tres niveles que permiten al visitante descubrir nuevos espacios
desde perspectivas diferentes. Resulta particularmente espectacular la gama de colores que adornan las bóvedas y paredes de la gruta.
Los colores rojizos son debidos a la oxidación del contenido en hierro
de los basaltos. Las múltiples tonalidades ocres provienen de los
reflejos de la luz sobre eflorescencias salinas producidas por las
filtraciones de agua desde la superficie.